Esta semana comienza en Gijón la nueva edición de la Semana negra, un festival que nació hace 20 años con la idea de ser un festival de nuevo tipo en que se mezclaran sin prejuicio los elementos literarios con los elementos lúdicos, una gran fiesta de la cultura en la calle. Como siempre contará con numerosos escritores, fotógrafos, autores de cómic y artistas en general, conciertos, exposiciones y multitud de charlas y tertulias y muchos puestos de librerías, todas estas actividades acompañadas de multitud de puestos de comida y restaurantes, bares, puestos con ropa y artesanía, y los típicos chiringuitos de feria con atracciones y pseudo bingos.
No obstante, este festival está sufriendo varios problemas a nivel municipal. Hace unos años que tuvo cambiar su ubicación por sentencia judicial (pese a estar en una zona con apenas edificios, al lado del Estadio de fútbol, el Molinón). Después se empezó a barajar la idea de situarla en unos terrenos del Ayuntamiento junto al Campus de Viesques, pero empezó la polémica y lucha contra la Universidad de Oviedo, y primero se situó un año en la zona de la Playa de Poniente, para situarse dos años en la zona del Arbeyal y pasa este año a esa zona junto al campus, pero la Universidad lleva desde el inicio de esta idea protestando por ello. Se han cambiado las fechas para que no coincidan con los exámenes de Julio de la Universidad; por su parte la Universidad ha vallado toda la zona, para que ni se puedan utilizar sus aparcamientos. Aún existe controversia sobre la propiedad de los terrenos donde se va a celebrar, aunque parecen ser del Ayuntamiento. Todo ha empeorado para el festival con el cambio de Gobierno local, al pasar a Foro Asturias, donde no es que hayan dicho nada sobre el futuro del festival, está claro que todo lo que juegue en favor de la transparencia favorece a todos los ciudadanos, pero no deja de parecer que quieren que se vaya. Pero no pueden quejarse de que no vaya gente a visitar este evento, porque siempre está más que lleno.
Personalmente, hace muchos años que he dejado de visitar la zona de atracciones, porque son siempre las mismas cosas, no obstante hace unos años que he empezado a visitar las actividades culturales, las charlas, firmas o comprar viejos libros y cómics de segunda mano. No me pongo en ningún bando, simplemente pienso que estos problemas podrían solucionarse en términos más pacíficos (porque los de Foro y la Universidad podrían ser más conciliadores), pero espero que no se vaya a otra ciudad por el cambio político, porque ya se ha convertido en una parte del verano de Gijón.
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