Estas últimas semanas me he visto prácticamente de golpe la segunda y tercera temporada de Breaking Bad. La cosa mejora y se va desarrollando y complicando bastante para todas las partes, pero eso la hace más interesante.
En la segunda temporada tenemos a Walt aún luchando contra el cáncer y probando nuevas formas de distribución para conseguir la mayor cantidad posible de dinero en sus últimos posibles meses de vida para que su familia pueda tener una vida sin problemas. Aunque las cosas no son tan fáciles, y tras una temporada intentando distribuir ellos mismos grandes cantidades de droga al final lograrán la oportunidad de un trato que les hará ricos, aunque los dos la han jodido bastante a lo largo de la temporada, y sobre todo las continuas mentiras de Walter le pasarán factura en sus relaciones familiares, aunque su salud mejorará sorprendentemente al final.
En la tercera asistimos en la primera mitad a como Walt y Pinkman se rehacen tras los sucesos del final de la segunda temporada, los dos con un montón de dinero a la vez que fantasmas del pasado vuelven para cobrar su venganza. Las cosas se complican, luego vuelve a aparecer una oportunidad de mucho dinero, aunque todo termina en un punto complicado para los dos, de vida o muerte... Genial la aparición del personaje de Gus y todo el entramado y complicaciones que supone para los protagonistas.
Las cosas evolucionan y estos dos personajes (ni la mayoría de los secundarios) son los mismos que en la primera temporada, esos cambios van a más y más, y no sabemos donde acabarán, hay capítulos que son unas obras maestras, este tipo de series nos muestran que la pequeña pantalla esta a la altura o más del cine.
Valoración: 9/10
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